Lo sucedido ayer en el partido entre Villa Obrera y López Peláez fue un escándalo y desde el equipo chimbero acusan a la policía por las falencias en el operativo de seguridad. Los simpatizantes del conjunto de Alto de Sierra arrojaron piedras, botellas y todo lo que encontraron contra los jugadores y dirigentes del cuadro chimbero. Además, en medio de los disturbios también fueron víctimas de un robo.  De acuerdo a los dichos del equipo visitante, después de ir perdiendo y faltando 15 minutos para el final, logró el empate del encuentro. Fue entonces cuando el jefe del operativo  decidió sacar a la hinchada visitante y pocos minutos más tarde, permitir el egreso de los simpatizantes locales. "Comenzaron  a tirar piedras agrediendo de manera cobarde a nuestros jugadores de 4ta y primera , provocaron roturas en vehículos de dirigentes y piedras que impactaron en jugadores y cuerpo técnico ,se robaron el  bolso de pelotas y botines de jugadores. Cinco jugadores heridos producto de esos ataques vandálicos y cobardes", escribieron en la página oficial de Villa Obrera. "El policía que debía impartir las directivas para el resguardo de jugadores nunca estuvo a la altura , deseamos y solicitamos que las Autoridades de Seguridad tomen las medidas correspondientes", agregaron.