Maravillosa, una pieza de arte genuina, de esas que trascienden fronteras y sobre todo que se instalarán para siempre en el inconsciente colectivo de millones de personas. Nada será igual para el cine argentino, porque la película de Ricardo Darín y Peter Lanzani se incrustó con fuerza por su calidad y magnificencia.  Argentina, 1985 rompió con récords de audiencia, pero sobre todo consiguió una unanimidad en las críticas, tanto de especialistas como del público general. Esa obra espectacular de Santiago Mitre conmovió, concientizó y sobre todo ofreció una magnitud descomunal de realización. El film estuvo en boca de todos, abrazó premios prestigiosos en Europa y arañó la estatuilla más preciada, los Oscars. Lamentablemente, la academia se inclinó por el tanque alemán, pero la troupe de Ricardo Darín y compañía dejó una huella en Hollywood. El protagonista, ese artista consagrado y prestigioso, le quitó dramatismo a la ausencia del galardón y declaró con altura e inteligencia: “Todo bien. Es así, es parte del juego. Ganás o perdés. Hicimos más de lo que podíamos. Hicimos un camino glorioso: ganamos el Goya, el Golden Globe, ganamos premios por todos lados”.  Sagaz, con una mirada muy perspicaz, Ricardo ponderó un aspecto fundamental en todo esto y sostuvo: “La gente abrazó y adoró a la película". Ahí recae el verdadero éxito del film, de esa maravilla del séptimo arte que abordó una etapa muy compleja de la sociedad argentina. El nombre de Darín ya no solo brilla en el país, por eso se erige en una figura que todos quieren contratar. Así se conoció el próximo paso del actor, que se vincula con el gigante del streaming Netflix. Pero principalmente con una hecho cultural increíble de la Argentina. La novedad se filtró en la cuenta de Twitter de LAM, donde publicaron: "Ricardo ya firmó y va a estar dentro de esta plataforma. Se comienza a grabar dentro de poco". Se trata del protagónico de El Eternauta, nada más y nada menos, esa historia impresionante de Héctor Germán Oesterheld.