Viernes 26.04.2024
Actualizado hace 10min.

Tras 42 años, los restos de Paty Altamirano regresaron a Tucumán

La familia de la andinista tucumana le realizará un último adiós en nuestra provincia. En octubre volverían a San Juan para esparcir sus cenizas en el Cerro Mercedario.

 
Paty y Corina Altamirano. (Foto tomada de Clarín)
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Tras confirmarse que el cuerpo hallado en el Cerro Mercedario pertenecía a la andinista tucumana Paty Altamirano, su familia trajo sus restos a Tucumán 42 años después de su desaparición en 1981: sus allegados podrán despedirla finalmente en una ceremonia íntima, antes de regresar a San Juan para esparcir sus cenizas en el mismo cerro.

Semanas atrás, la familia de Altamirano reconoció los restos hallados, especialmente por su escapulario, y la Fiscalía UFI Delitos Especiales autorizó que les sean devueltos. Tras sus cremación, sus restos regresaron a Tucumán y este viernes se le ofrendará una ceremonia de despedida en el campo Horco Huasi, de Benjamín Paz, según el diario Huarpe.

Corina Altamirano, hermana de Paty, detalló a ese medio que las cenizas de la andinista tucumana serán esparcidas en el Cerro Mercedario de San Juan, pero en el próximo mes de octubre después de las nevadas en esa montaña.

"Nos pareció correcta la decisión de hacer la cremación en San Juan y que se lleve en la urna para que en Tucumán les rindan un homenaje sus allegados", destacó el apoderado legal de la familia Altamirano, Sergio Farré.

Además, recalcó que "era muy importante para la familia que todas sus pertenencias estuvieran con Paty en el cajón", y valoró: "Los cuatro hermanos, que están muy unidos, pudieron participar de todo este proceso. El día domingo, después de una despedida, partieron a su Tucumán querido".

"Necesitábamos creer que estaba viva"

"Éramos nosotras dos y un compañero montañista italiano. Yo tenía 21, mi hermana 20 y Sergio Bossini tenía 40 años. Estábamos escalando todas las montañas del norte, por deporte, por el placer de subir y llegar a la cumbre. Éramos socias del Club Andino Tucumán. Siempre estábamos saliendo. Ese año el Mercedario estaba muy difícil porque había sido un año como este, con muy pocas lluvias y nevadas", repasó Corina Altamirano en Clarín.

En ese sentido, explicó: "Estábamos bien entrenados los tres y muy capacitados para la escalada. Es una pared cuyo ángulo va variando. Estábamos encordados. Cuando ya habíamos hecho las dos terceras partes de la pared, decidimos ir hacia la izquierda, hacia una grieta que se veía apta para hacer noche. Eran las seis de la tarde y decidimos hacer la travesía en horizontal para dormir en esa grieta".

Allí, su hermana decidió desencordarse para avanzar hasta ese sitio donde había un balcón de roca y una grieta. “Es como si estuviera el filo de piedra por donde íbamos y del otro lado el hielo. Ella fue hacia el glaciar y en ese momento en un segundo sentimos un sonido fugaz. Ella iba adelante nuestro con la mochila puesta y de golpe no vimos más la mochila”.

"Yo gritaba 'esperá Patty, esperá que ya vamos'. Era un mecanismo de supervivencia. Necesitábamos creer que estaba viva. Llegamos abajo y desde allí pudimos divisar el cuerpo al pie de la pared. Cayó por una pista enjabonada todo el largo de la pared, luego voló unos metros y cayó en terreno en plano. Había perdido la mochila y solo hallamos una tacita. Nos miramos con mi compañero. Cargamos la mochila y bajamos por la quebrada hasta el campo base. Teníamos dos días hasta llegar a Gendarmería por el lecho del río", detalló.

Fuente: El Tucumano