El caso de Alberto Nisman, que conmocionó al país, sigue sin respuestas claras. El fiscal había denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por encubrir a Irán en su supuesta responsabilidad en el atentado contra la AMIA. La noche del 18 de enero de 2015, su cuerpo apareció con un tiro en la cabeza, en el baño de su departamento. Son ocho los años desde que el fiscal Nisman apareciera asesinado en su departamento de Puerto Madero. Desde entonces, la justicia sigue investigando su violenta muerte, asociada a la de las 85 víctimas del atentado a la Amia. La pregunta, sin embargo, es cómo unir todas las casualidades del caso. Con Diego Lagomarsino, acusado como partícipe necesario del homicidio por haber prestado su arma al titular de la UFI AMIA, y cuatro policías, que debían haber cuidado del fiscal en ese fin de semana clave, la causa sigue sin encontrar respuestas claras en un escenario que cada vez se vuelve más complejo. Según los datos que reconstruyó la fiscalía: un espía fue enviado al complejo Le Parc en la noche del domingo 18 de enero del 2015 para monitorear qué pasaba; otros agentes “vigilaron” la fiscalía de Viviana Fein en los primeros días esperando al ex jefe de Contrainteligencia Antonio Stiuso; otro empleado de la AFI que vivía a metros de la casa de Diego Lagomarsino, según registros telefónicos, tuvo ese fin de semana una intensa actividad. Lo que los investigadores ahora descubrieron es que el experto de informática de la AFI estuvo justo ese fin de semana en la zona de Puerto Madero. También, teniendo en cuenta que el celular del fiscal fue borrado, se detectó la vinculación de una dirección en Entre Ríos que estaría enlazado al “troyano” que tenía Nisman en su teléfono, lo cual sería un hilo clave del cual tirar. Los investigadores también tienen dos hipótesis: la sospecha sobre las tareas de inteligencia que habría hecho el Ejército a cargo de César Milani en ese momento, una línea que denunció la entonces diputada Elisa Carrió y el posible vínculo de servicios de inteligencia del exterior con capacidad operativa en la Argentina. A fines de noviembre, Antonio Horacio Stiuso, el ex espía más famoso del país, reapareció en la causa y declaró por cuarta vez en el expediente: apuntó hacia el ex jefe de la AFI Oscar Parrilli, hoy senador del Frente de Todos; el número 2 de esa central, Juan Martín Mena, viceministro de Justicia; y el ex jefe del Ejército Milani. Además, defendió su investigación sobre la responsabilidad iraní en el atentado contra la AMIA y lo que él entendía era un ataque del gobierno de Cristina Kirchner contra esas pruebas. ¿CUÁL ES EL ESTADO DE LA CAUSA? Actualmente, no hay nuevas hipótesis sobre el motivo de la muerte del fiscal Nisman, ni tampoco nuevos acusados. El elemento único sobre el cual la Justicia sostiene la hipótesis del homicidio, avalada por la Cámara Federal, es el peritaje de la Gendarmería Nacional. La causa tiene procesados al perito informático que le dio el arma a Nisman, Diego Lagomarsino, como partícipe necesario y a los cuatro custodios del fiscal, Rubén Benítez, Néstor Durán, Luis Miño y Armando Niz, por incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento de homicidio. El expediente está lejos de ser elevado a juicio y los cinco implicados se encuentran en la misma situación hace seis años. La causa que investigó los hechos denunciados por Nisman, conocida como Memorándum con Irán, por la que Cristina Kirchner estuvo acusada de encubrir el atentado a la AMIA, fue cerrada sin que ocurriera la instancia del juicio oral.