Dame Noticias tuvo el placer de charlar con Gabriela Pontoriero, una sanjuanina que abrió un increíble y convocado estudio de pole dance en Hidalgo, México. La joven instructora dio detalles sobre su vida en el país norteamericano y sobre cómo llevó adelante su exitoso proyecto. Durante el 2017, cuando estudiaba Artes Visuales, tuvo la oportunidad de viajar por primera vez a México a través de la Universidad Nacional de San Juan, por un intercambio con el Instituto Tecnológico Latinoamericano (ITLA) en Pachuca, Hidalgo. Allí, fue donde conoció a quién es hoy su esposo y compañero, Jorge. En 2019 se casaron, por lo que su estadía en México se hizo permanente.  En el proceso de adaptación a su nuevo país y en la búsqueda de un horizonte concreto, surgió una idea que la llevó a un proyecto inesperado: "Acostumbrada a una vida independiente, con trabajo, amigos, familia muy unida y llena de actividades, fue muy duro pasar a una sociedad tan distinta culturalmente y tener que buscarme otra vida en otro lugar. Y una de las cosas que siempre me acompañó fue mi deporte, que hacía como cable a tierra y desestrés. Hasta que un día me fui de vacaciones al norte de México, y obvio, entrenando igual, me dijeron que creyeron que era profe de pole. Y eso abrió en mí una puerta. Yo venía en un proceso personal importante sobre mi vocación y mi trabajo profesional. Soy profe de artes visuales, pero además también me gustaba la danza, la música, el deporte, el diseño. Era muy divergete y no sabía por dónde iba mi camino. Asi que me animé a hacer el instructorado de pole nivel principiante con Vicky Ramé, una cordobesa genia de la disciplina y me tiré a la pileta. Fue clave el apoyo de mi compañero Jorge. Iniciamos sin saber qué iba a pasar y en menos de un año tuvimos que cambiarnos de lugar porque ya no cabiamos. Yo vivo en un pueblo muy tradicionalista, y este tipo de disciplinas están mal vistas y tienen muchos prejuicios. Pero sin importar el estigma y muy segura de lo que hacía, me animé a intentarlo, y para nada me arrepiento". El proyecto fue todo un éxito. Lo que comenzó como una apuesta, se convirtió en un sostén fuerte que combina varias pasiones: "Para mi fue una revelación. Yo inicié éste proyecto sin saber con lo que me iba a encontrar. Y amo con todo mi corazón lo que hago, porque siento que convergen todas las ramas del arte que a mi me gustaban. Pude fusionar el cuerpo, la danza, la música, el deporte. Incluso el diseño gráfico y el diseño de indumentaria. Sé que no soy especialista en cada cosa y me queda mucho por aprender, pero disfruto explorar, proponer, aprender de todo ello. En cada detalle hay una parte de mí. En las paredes de mi estudio, en los conjuntos que diseñé, etc. Cada día hay una motivación diferente. Es como jugar e inventar todo el tiempo, a flor de piel la creatividad y el movimiento". Con esfuerzo y sacrificio, Gabriela logró crear junto a su pareja, un espacio dónde personas de todas las edades disfrutan de expresarse libremente: "En el estudio trabajamos con el cuerpo, sin pensar en nuestra edad. Tengo alumnos entre los 7 y los 50 años. Y una curiosa de 2 años que va con su mamá pero no puede evitar contagiarse de nuestro amor por el pole". A pesar de vivir un gran momento, los sentimientos para con su provincia siguen latentes y la distancia abruma. La sanjuanina nos expresó su sentir respecto a ello: "La distancia es mi talón de Aquiles. Extraño muchísimo a mi familia y amigos. La verdad no es fácil, está muy 'romantizado' esto de irse de Argentina o de viajar, pero no es tan perfecto como suena. El amor por la tierra donde uno creció te acompaña todos los días, yo una vez al año mínimo viajo a San Juan a renovar energías y llenarme del amor de los míos para seguir caminando. Porque afuera vas a ser siempre el extranjero, el que debe adaptarse a las reglas, el que debe traducir sus palabras o modos. Es un "estar incómodo " constante. Es desafiante y divertido, pero a veces puede ser agotador".  Por último, la bailarina nos contó por dónde pasan sus expectativas y proyectos a futuro: "La verdad tengo el corazón y la mente abierta: entendí que la vida es una constante sorpresa, y me dejo sorprender. Cumplo mi parte, que es moverme y seguir buscando crecimiento, oportunidades, experiencias. No se si esté toda mi vida en México. Pero si sé que a dónde esté quiero seguir luchando por el sueño de tener una academia de danzas aéreas, con mucha gente que quiera ser familia y relacionarse con el cuerpo de una manera saludable y libre. Estoy aprendiendo mucho de mí, y me rodeo de gente muy poderosa que me va a enseñando por donde seguir. Me siento muy feliz porque estar bien con mi trabajo fue algo que siempre desee y que siento que después de mucho esfuerzo y trabajo, logré". Para conocer más sobre Gabriela y su estudio de Pole Dance , podés ingresar a sus respectivas cuentas de Instagram: @gabipontoriero @argentina.polesport