Jueves 28.03.2024
Actualizado hace 10min.

Sin Presupuesto para 2022, el Gobierno prepara una prórroga y carga las tintas sobre la oposición

El Frente de Todos quiere resquebrajar el alineamiento de las demás bancadas en la Cámara de Diputados, para evitar un fracaso en el tratamiento a futuro del acuerdo con el FMI. Continúa el debate interno sobre los pasos a seguir.

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El pasado viernes, con el rechazo del regreso a comisión del proyecto de Presupuesto 2022, y la consecuente imposibilidad de tratarlo, el Gobierno vio concretarse una de las peores premoniciones: convertirse en "rehén del Congreso", al decir de funcionarios de la Casa Rosada. Para revertir esa situación, el Gobierno lanzó acciones para romper un cerco que, también teme, pueda empantanar la negociación para arribar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Luego de idas y vueltas, con negociaciones al interior del Frente de Todos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, zanjó el debate asegurando que el Ejecutivo no tenía previsto enviar otro proyecto al Congreso, y confirmó que en los próximos días se prorrogará la Ley 27.591, que estableció los gastos y recursos para el ejercicio 2021.

Mientras avanza en la Secretaría Legal y Técnica la confección del decreto que dará el marco legal para continuar la marcha de la administración pública, la Casa Rosada instó a los gobernadores a evaluar el perjuicio económico de lo acontecido en el Congreso, como una forma de atizar la "irresponsabilidad" de la oposición.

Algo parecido, pero en un tono más estridente, intentó ayer el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien expuso por medio de gráficos en cuenta de Twitter la millonaria pérdida de recursos que supondrá la inexistencia de un Presupuesto en 2022 para las provincias y la ciudad de Buenos Aires. La oposición reaccionó furiosamente ante la "amenaza" del líder renovador.

Massa volvió a insistir hoy con el planteo. 

 

Aunque más moderado, el Gobierno busca ahora invertir la carga de la prueba y responsabilizar a la oposición nucleada en Juntos por el Cambio, fundamentalmente, por el rechazo al proyecto. Con bloques más pequeños, ligados a gobernadores y con los que también fracasó la negociación, el Ejecutivo procura recomponer relaciones, a sabiendas del riesgo que implica que las otras bancadas se sitúen en una posición de intransigencia.

En el Palacio de Hacienda reconocen que el desenlace del debate parlamentario del Presupuesto -demorado tres meses desde su envío al Congreso- suma incertidumbre a la eventual aprobación del Plan Plurianual que es, en sí, el acuerdo con el que se busca llegar a refinanciar el préstamo de u$s 44.500 millones que la gestión anterior pidió al FMI. Por eso Guzmán apeló a la "responsabilidad de las fuerzas políticas".

Sin Presupuesto 2022, el citado proyecto que Alberto Fernández anunció que enviaría al Congreso horas después de la derrota en las elecciones legislativas comenzó a diluirse ante la imposibilidad de apoyarse en las proyecciones macroeconómicas de base. No obstante, sin una ley marco para el gasto, el Gobierno contaría con mayor discrecionalidad para administrar el exceso de recursos. O bien, sin las ataduras ni compromiso de transferir fondos para asegurar los votos que exigía el trámite legislativo, incrementar la reducción del gasto en igual o mayor ritmo del que pide el FMI.

De todos modos, Massa -que fue refutado por Guzmán al respecto del envío de otro proyecto- había puesto sobre la mesa de negociación con los bloques opositores la condición de enviar al Congreso un proyecto de ley de enmienda presupuestaria en caso de que el Tesoro recaudara fondos extra, como una forma de asegurar que no habría discrecionalidad en el reparto.

Mientras tanto, y a días de las fiestas, el ruido al interior del oficialismo todavía no cede e impide al Gobierno precisar los pasos que busca seguir. En el Congreso, y pese a las declaraciones de Guzmán, insistían en que un nuevo proyecto de Presupuesto podría tratarse en 2022. También, una definición sobre el temario de sesiones extraordinarias para enero y febrero está en discusión y por definirse luego de la sesión especial convocada en la Cámara de Diputados para tratar una modificación del impuesto sobre los Bienes Personales.