Con la pandemia de COVID-19, muchas empresas tuvieron que adaptarse al mundo digital y a la tecnología: para algunas fue sencillo, pero para otras, un calvario. Aquí es donde se notó la fuerza joven en las empresas: propios o contratados, las empresas necesitaron de la flexibilidad y la sabiduría tecnológica de los jóvenes para esa adaptación. Tomando prestadas las palabras de Dino Minnozzi, Presidente de la Federación Económica de San Juan, “esta generación de jóvenes es la primera generación en la que los hijos enseñan a sus padres sobre nuevos métodos de negocios”. Esta revolución tecnológica, liderada por los avances agigantados de la tecnología e Internet hace apenas 30 años, ha cambiado muchos paradigmas. Antes se pensaba en comenzar con un pequeño local, algunos productos, algunos proveedores, e “ir creciendo de a poco”. Hoy hay miles de emprendedores que comenzaron con una cuenta en redes sociales sin invertir mucho dinero (aunque sí mucho tiempo), “tanteando” qué quiere su consumidor y luego haciendo grandes inversiones. Ni hablar de quienes prestan servicios: antes era impensable exportar un servicio; hoy todos quieren hacerlo (y para todos es posible). Ahora, para crecer a pasos agigantados, como muchos quieren desde el minuto uno, es necesario sistematizar al máximo posible los procedimientos y métodos en tu (pequeña, mediana o gran) empresa. ¿Cómo hizo McDonald’s para pasar de vender hamburguesas en su barrio a tener una franquicia internacional? ¿O Starbucks, con el café? Sistematizaron con éxito absolutamente todo: desde los procesos internos (el know-how de las franquicias, los manuales de marca, etc.) hasta los procesos externos (la vestimenta, la forma de armar la hamburguesa, el vasito en el que te sirven el café con tu nombre escrito). También las hay sobre servicios, como las empresas de seguros y obras sociales. Te aseguro que si intentás sistematizar algo en tu empresa, negocio o emprendimiento, los resultados serán visibles en poco tiempo y notarás grandes avances. Para entender todos lo mismo: sistematizar es encontrar sistema, una forma o un método para organizar algo. Esto aplica a todos: grandes empresas, microemprendimientos incipientes, proveedores de servicios.   ¿Cómo podés sistematizar en tu caso? Digitalizá todo: stock de productos; base de datos de clientes y proveedores; facturación; back-up del material gráfico y audiovisual de tus productos, presentaciones o trabajos. Buscá cuál es la mejor manera de organizarlo y diseñá tu sistema para tener absolutamente todo en formato digital (¡y en la nube!). Armá tu calendario: en qué momento del día, semana o mes vas a hacer cada tarea. Por ejemplo, cuándo vas a controlar el stock, cuáles son tus horarios de atención, cuándo vas a hacer sorteos o promociones (y con qué criterios y objetivos). Definí tu perfil y tu comunicación: cómo te vas a comunicar con tus clientes (formal o informal; tiene mucho que ver el servicio o producto que ofrecés y cuál es tu consumidor objetivo), cómo te vas a identificar visualmente, cuáles canales elegís para comunicarte (email, WhatsApp, redes sociales; tené en cuenta que podés generar plantillas de respuesta a las preguntas frecuentes en todos los casos).   Estos sistemas o estructuras te permitirán tener un punto de partida y de apoyo para tus actividades y, sobre esa base, luego podrás ir mejorando tu sistema o adaptándolo según cada caso particular. ¡Quién te dice y convertís tu empresa en franquicia!   Agustina Bellino Traductora de inglés para organismos internacionales PRESIDENTE Jóvenes Empresarios de la Federación Económica de San Juan IG: @jefes.fesj   Agustina es traductora hace seis años y fue pasante en tres organizaciones internacionales en EE.UU. Actualmente, es traductora a tiempo completo para la OPS/OMS y traductora remota en proyectos de la OEA, servicio que brinda completamente de manera remota desde San Juan.