Viernes 26.04.2024
Actualizado hace 10min.

Una sanjuanina aprovechó la pandemia y elaboró alfajores de cidra made in Valle Fértil

La emprendedora contó sobre sus producciones que tienen un toque especial. Mirá en la nota de qué se trata. 

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La pandemia le sirvió a Natalia Fernández, para capacitarse y practicar en casa lo que aprendía sobre la elaboración de alfajores artesanales, repostería y otras aéreas dentro del arte culinario.

Y ya tiene sus primeros frutos de ese gran esfuerzo, los alfajores de cidra.
Esta mujer astiqueña que siempre tuvo en su pueblo «la joya de la corona, » la cidra. Un producto poco conocido en la provincia, pero muy codiciado entre las personas que se dedican a hacer dulces y el de los que saben de lo delicioso que es este cítrico.

«Me he dedicado a estudiar cocina, en especial a aprender sobre los alfajores, y así es como me puse a elaborar primero para la casa y luego para la venta» indicó Natalia.

Lo que no sabía la emprendedora es que, los alfajores artesanales rellenos con dulce de cidra iban a tener tanto éxito en Valle Fértil, y que está teniendo incluso, fuera de éste. Porque ya les hicieron un pedido desde Mendoza, » me quedé sorprendida, con el pedido» expresó Fernández.

 «Lo bueno de esto es la cadena comercial que se genera, la señora que me vende el dulce y ahora se están haciendo plantaciones de cidra en Astica. Para aumentar la producción de dulces, por que es un fruto que se cosecha solo en invierno» manifestó la panadera.

La cidra es un fruto de la familia de los citrus, muy escaso, que tiene un aroma incomparable, tiene una forma parecida a la pera, de un amarillo intenso, con mucha pulpa y no tiene jugo como los de su especie.

Su cultivo es casi privativo de Astica, » porque en otros lugares como Chucuma, Agua Cercada y La Mesada, cercanos a Astica, se cultiva, pero no son iguales. No sé porqué pero son diferentes» indicó Natalia.

Según dicen los lugareños, que ya tienen sus años, «en Astica las plantas de cidra se daban como chipica, crecían por todos lados, pero ahora, por las sequías y la falta de cuidados centenares de plantas se secaron.

Como esta fruta no puede comerse, como si fuese una naranja, con ella únicamente se pude hacer dulces, licores o sirve de base para elaborar otros productos como helados.  La fruta no es muy conocida, y ése fue el pensamiento que la llevó a la astiqueña, Natalia Fernández, a incluirlo en sus recetas para darlo a conocer.

 La emprendedora vallista, tiene su pequeña panadería en el B° Evita, en la Villa San Agustín, y allí trabajan en familia, elaborando semitas, pan, facturas y ahora los alfajores tradicionales rellenos con dulce de cidra, hechos exclusivamente en Valle Fértil.

Fuente: LA BRÚJULA SAN JUAN DIARIO DIGITAL.