Por efectos de la crisis económica, el consumo de carne vacuna, pollo y cerdo sufrió una fuerte recaída en lo que va del 2019, de acuerdo a lo que manifestó Miguel Parra, representante del Sindicato de la Carne en la provincia, indicó a Radio del Sur que el consumo bajó alrededor del 45% en lo que va del año. “La situación es difícil”, dijo. Y es que juntarse con amigos a disfrutar de un asado, costumbre clásica de los argentinos, se aleja cada vez más de los ingresos de un asalariado y se convierte en un “lujo” para el que hay que pensar varias veces antes de decidir la compra. TE PUEDE INTERESAR: La carne, por las nubes: aumentará un 18% en noviembre y ya subió más del 45% en el año La semana pasada se produjo un nuevo incremento en los precios que se trasladó a las góndolas, mientras que el comerciante adelantó que mañana viernes “se esperan nuevas modificaciones en los costos”. Debido a esto, el comercio minorista sufre un importante desfasaje en la cantidad de clientes y muchos se ven en la obligación de cerrar su negocio. Desde enero a la actualidad han cerrado alrededor de 30 carnicerías en la provincia. Para cerrar, el empresario, calificó a la realidad del sector como “difícil” y para graficar la baja de las ventas indicó, “en las carnicerías grandes uno puede ver de lunes a miércoles muy poca gente, el fin de semana la gente deja algo de dinero para darse un gusto, como el asado, pero hasta esto está siendo muy medido”.