La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) convocó para este martes a los presidentes de River y Flamengo, los clubes finalistas de la Copa Libertadores, para “revisar todos los aspectos” de la final que se jugará, en principio, el sábado 23 de noviembre en Santiago de Chile, en medio de un contexto de agitación social por las protestas en el país trasandino. En esa reunión, también participarán los presidentes de las asociaciones de la Argentina, Brasil y Chile. “CONMEBOL ha invitado a los presidentes de los clubes finalistas de la Libertadores, a los presidentes de las asociaciones de Argentina, Brasil y Chile, a una reunión el martes 5 de noviembre, con el objetivo de revisar todos los aspectos de la organización de la Final Única”, informaron en Twitter. Pese a las especulaciones sobre un posible cambio de sede por las protestas en Chile, la ministra de Deportes de ese país, Cecilia Pérez Jara, había afirmado que el partido se jugará el sábado 23 de noviembre en Santiago, tal como estaba establecido. “Le ratifiqué al presidente de la Conmebol (Alejandro Domínguez), en nombre del presidente Sebastián Piñera,? nuestra firme voluntad y compromiso de realizar la final en el país. Se encuentran todas las coordinaciones que corresponden en materia de seguridad”, había anunciado Pérez Jara en conferencia de prensa. “Es una tremenda fiesta deportiva que le hace bien al país. Vamos a trabajar en conjunto con el Ministerio del Interior para llevar adelante este encuentro deportivo que es tan importante”, había agregado. Sin embargo, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile suspendió la última fecha del campeonato local, por las protestas y manifestaciones que se registran en ese país desde hace más de dos semanas. Según informó la ANFP en un comunicado, la decisión se tomó después de que las autoridades y la Policía constataran que no se cumplen las “condiciones de seguridad” necesarias para llevar a cabo “eventos deportivos masivos” durante los próximos días.