Viernes 29.03.2024
Actualizado hace 10min.

De Vuelta al Barro: el taller de cerámica que enamora a los sanjuaninos

Este sueño tiene fecha de inicio en el año 2017, cuando las primas Florencia Quiroga y Verónica Soria fundaron su propio emprendimiento ¡Conocé esta apasionante historia!

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Desde hace poco más de un año, las primas Florencia Quiroga y Verónica Soria fundaron su propia marca De Vuelta al Barro Cerámica, un taller de clases personalizadas de cerámica, que ya cuenta con más de 20 alumnas que hacen de este arte un apasionante hobbie "En nuestro taller damos clases personalizadas de cerámica, tenemos 3 alumnas por turno. Ahí aprenden a hacer sus piezas a mano, con moldes y entorno. Les enseñamos las tres técnicas de decorado y diseño de piezas que son esgrafiado y engobe, esmalte y pigmentos. Cada alumna hace lo que quiere y se lleva sus piezas y están todos los materiales incluidos. Por otro lado, también hacemos algunas piezas personalizadas por encargo y participamos de distintas ferias", cuenta Florencia Quiroga, una de sus propietarias y fundadoras.

Este sueño tiene fecha de inicio en el año 2017, cuando ambas empezaron a tomar clases en el único taller de la provincia dedicado al mundo de la cerámica "Empezamos a tomar clases junto a Paula Tapia, quien tenía su taller que se llamaba Tierra Cerámicas. Aprendimos con ella durante un año hasta que decidió irse a vivir a Barcelona, cerró su taller y nos quedamos sin nuestro hobbie que se había transformado en una pasión. Entonces empezamos a comprar insumos y materiales de a poquito para poder armar un taller en la casa de nuestra abuela. Ahí empezamos a practicar y hacer nuestras propias piezas. Estuvimos 6 meses ahí hasta que nos empezaron a preguntar clases, entonces nos animamos a empezar a principios de este año y por suerte de a poco comenzaron a sumarse cada vez más alumnas y actualmente tenemos 24, por lo que tuvimos que empezar a ampliar un poco más el taller", recuerda Quiroga sobre aquellos inicios de De Vuelta al Barro.

Como todo emprendedor que decide animarse a perseguir sus sueños y dar el paso de concretar su propio emprendimiento, las chicas recuerdan esos errores que les dieron grandes enseñanzas durante sus primeros pasos e hicieron corregir el rumbo para mejorar su producto "El primer error que tuvimos fue instalarnos en la casa de mi abuela, ya que teníamos muchísimas interrupciones y distracciones, había mucha gente todo el tiempo y no estaba preparado para recibir alumnas. Asique estuvimos solo 6 meses ahí y tuvimos que mudarnos a un lugar más grande. Otro error que tuvimos fue que de repente tuvimos una gran demanda de alumnas y nos quedamos sin insumos, por lo que tuvimos que salir a comprar rápidamente y todos nuestros profesores son de afuera y se demoran en llegar. Pero por suerte eso nos enseñó a poder sacar los cálculos con mayor precisión y lo manejamos mucho mejor ahora", explica Florencia.

"Otro error que tuvimos al principio fue como las piezas de cerámica llevan un proceso que requiere de mucho cuidado y paciencia, al principio nos apurábamos para ver la pieza terminada y a veces acelerábamos el proceso de secado o de horneada y se terminaban trizando, rompiendo o explotando y eso nos llevó un tiempo para poder encontrar los tiempos justos y adecuados para cada pieza. En el medio de este aprendizaje nos llevamos varias piezas rotas y varias frustraciones", agrega la propietaria.

Dejar de soñar o ponerse nuevos desafíos, es sin dudas quedarse paralizado o avanzar sin rumbo. Es por ello que Verónica y Florencia ya imaginan sus próximas metas y desafíos a futuro "Habíamos pensado en duplicar la cantidad de alumnas para el año que viene, por ende deberíamos mudarnos a un lugar más grande. Quizás juntarnos a otros artístas de otro rubro y compartir el proceso creativo junto a ellos, en una retroalimentación que nos pueda beneficiar a todos, ya que siempre es mejor si se hace con otros. Además, más a corto plazo queremos seguir participando en ferias y aumentar nuestra cantidad de pedidos", cierra Quiroga.