Ya está. La novela terminó. Gustavo Alfaro tendrá, por fin, al carrilero por derecha que tanto estaba esperando. En las últimas horas terminó de acordarse de palabra la llegada de Eduardo Salvio, quien tras realizar una serie de trámites en Portugal se convertirá oficialmente en el segundo refuerzo de Boca (ya se había sumado Alexis Mac Allister). El Toto llegará a préstamo por un año, con opción de compra. El pase del ex Lanús se fue cocinando a fuego lento. Si bien el propio Salvio y su esposa, Magalí Aravena, habían manifestado públicamente que su idea era seguir viviendo en Europa, con el correr de los días Toto fue aflojando y entusiasmándose cada vez más con vestir la azul y oro. Sus padres, Tota y Eduardo, ambos fanáticos de Boca, también hicieron mucha fuerza. Y la historia tuvo final feliz. La estadía de Salvio en Buenos Aires (vino de vacaciones) resultó clave para que la dirigencia de Boca pudiera convencerlo. El sábado, de hecho, el Toto y Burdisso coincidieron en el cumpleaños de Franco, el hijo del representante Agustín Jiménez (apoderado del volante) y la modelo Ailén Bechara. Y allí, entre globos, regalos y sandwiches de miga, aprovecharon para cruzar unas palabras y hablar un poquito de lo que viene. ¿Qué sigue ahora? Salvio viajará a Portugal en la madrugada de este lunes a buscar sus pertenencias y resolver algunas cuestiones personales (mudanza, colegio de los chicos, etc.) La intención es que pueda finiquitar todo antes del 30/6, para de ese modo poder subirse al avión con sus nuevos compañeros con destino a Estados Unidos, donde Boca disputará una serie de amistosos. Tan avanzado está todo que, según cuentan, el Toto habría pedido la camiseta Nº7. Aunque claro, para eso, antes debería irse Pavón. Es, al fin y al cabo, un detalle. Lo importante es que Alfaro ya tiene al refuerzo que (junto a Meza) más quería. ¡Está Toto bien! FUENTE: Olé