Con elogios compartidos entre el oficialismo y la oposición, el diputado oficialista Emilio Monzó fue reelecto por unanimidad como presidente de la Cámara de Diputados para su cuarto periodo. "Reivindico la rosca política", afirmó en un mensaje hacia la Casa Rosada, con la que tuvo reiteradas fricciones. Sin la presencia de Elisa Carrió en el recinto –quien en pie de guerra con el Gobierno también manifestó sus diferencias con Monzó- y frente al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y su vice Sebastián García de Luca, presentes en un palco, Monzó fue avalado por todos los bloques, salvo el Frente de Izquierda que se abstuvo. Como él mismo adelantó será su último mandato: no competirá por otro mandato e incluso está en duda su continuidad dentro de Cambiemos. “Me siento orgulloso como político y creo que esto ha sido destacado y es lo que me esfuerzo por hacer día a día”, agradeció, visiblemente emocionado, Monzó al sentarse en el estrado. Como pata política clave en el Parlamento, Monzó mantuvo diferencias notorias, principalmente con Marcos Peña, por decisiones del Ejecutivo que él luego tuvo que sostener en el Congreso y se sintió "corrido" de la mesa chica del Gobierno, lo que adelantó su decisión de no renovar el cargo. En ese contexto, sus palabras de este miércoles fueron leídas como una respuesta hacia la Rosada: "Reivindico la rosca política porque es algo muy humano. Las conversaciones que tenemos casi en forma permanente tienen un gran porcentaje de lo que somos en la vida y eso es la rosca. En la rosca se generan confianzas para lograr acuerdos, leyes y sacar un país para adelante y esto no se hace de manera virtual, con las redes, sino de manera personal”, manifestó. Monzó fue propuesto para renovar la presidencia de la Cámara por el presidente del interbloque de Cambiemos, Mario Negri. "Emilio sintetiza las condiciones básicas necesarias e indispensables para ejercer con la complejidad de esta cámara, donde nosotros, como oficialismo, no tenemos mayoría", planteó el radical y destacó su “paciencia y temperamento“ para controlar "la temperatura de la sangre y la visión plural de los bloques”. A continuación, le apuntó a la oposición, a propósito por los discursos escuchados a lo largo de la sesión. “Nosotros somos oficialistas y tenemos que hacer todo lo posible para que este Congreso tenga la mayor cantidad de sesiones posibles -reconoció-. Ahora, muchachos, no somos una fábrica de hacer chorizos… La oposición también tiene la obligación. Y muchas veces pretendo que la pasión no nos lleve a la violencia”. Llamó la atención un especial pedido por parte del diputado oficialista Alvaro González, al pedir la palabra para felicitar a Monzó:  “Hace bien en emocionarse, somos seres humanos, nos emocionamos, nos enojamos, discutimos; somos políticos, y en ese sentido pertenecemos, y me hago cargo, de ser oficialistas. Un lugar donde muy poca gente te pide que te quedes. Bueno, yo soy de los que te pido que te quedes. Diste mucho en estos cuatro años, podés dar mucho más”, le expresó. La bancada del FpV-PJ también acompañó a Monzó con su voto. El jefe de ese bloque, Agustín Rossi, reconoció de Monzó sus “cualidades políticas y personales”, “sus intentos de que el Congreso funcione de la mejor manera posible” y “su trato amable". Por su parte, el jefe del bloque Argentina Federal, Pablo Kosiner, se inmiscuyó en las conocidas diferencias entre Monzó y el Ejecutivo y consideró que “si el Gobierno a veces hubiese escuchado un poco más al diputado Monzó, muchas cosas se podrían haber solucionado”. La jefa del bloque massista, Graciela Camaño -quien también prometió que será su último mandato como legisladora- destacó que "como miembro del oficialismo" se haya formado "en lo ideológico en la doctrina justicialista que tiene como eje central al hombre y nos acerca".