San Martín de San Juan igualó la línea de su par tucumano (hoy jugarían un desempate para evitar el descenso) al vencer a un deshilachado Unión de Santa Fe por 2 a 0, al cabo de un discreto encuentro disputado en el estadio "Ingeniero Hilario Sánchez", en el marco de la decimocuarta jornada de la Superliga. El delantero paraguayo Pablo Palacios Alvarenga, a los 29 minutos del primer tiempo y a los 26 del complemento, anotó las conquistas del conjunto de Rubén Forestello. Sendas formaciones terminaron el match con un jugador menos por las expulsiones de Gonzalo Prósperi, a los 28 de la segunda etapa, y de Jonathan Bottinelli, a los 35 del mismo período. Tras la emotiva recepción a su emblemático guardavallas Luis Ardente por cumplir los primeros 200 cotejos en el club, el conjunto que dirige Forestello y el "Tatengue" ofrecieron un primer tiempo sin matices. Dos equipos mecanizados que no se despegaron en ningún momento de los preceptos tacticistas de sus respectivos entrenadores, conformaron una etapa inicial tan monocorde como carente de relieve. En medio del bostezo generalizado una inesperada desinteligencia entre el colombiano Yeimar Gómez Andrade y el veterano arquero Nereo Fernández le posibilitó al goleador guaraní anticiparse a ambos para impulsar el balón a la red. Nada había pasado en el desarrollo aunque dicha conquista solidificó la autoestima del dueño de casa en desmedro de una visita que no insinuó ni siquiera una pequeña reacción. La inocultable declinación futbolística de Unión se acrecentó en el complemento ya que Federico Andrada y Franco Soldano siguieron aislados ante la alarmarte carencia de creatividad de los volantes santafesinos. La segunda conquista "Santa" a través del oportuno Palacios Alvarengamediante un cabezazo, tras un centro desde la derecha de Gustavo Villaruel, resultó virtualmente el comienzo del fin a las esperanzas de un cuadro visitante que en ningún momento intentó reformular su estrategia. Una formación local tan utilitaria como pragmática a la hora de concretar sus escasas aproximaciones dio cuenta de un Unión desconocido que parece haber perdido completamente el rumbo. El gesto adusto de Leonardo Madelón luego de consumada la derrota resultó el fiel reflejo de una preocupante decadencia que lo está haciendo descender ostensiblemente en la tabla de merecimientos, en contraposición al enjundioso elenco sanjuanino que no se da por vencido en su titánica lucha por permanecer en la división superior.