El allanamiento a la casa de Cristina Kirchner en El Calafate finalizó a las 21 y continúa el domingo, en el que es el tercer día de trabajos en el lugar. El procedimiento se prolonga por otra jornada debido a las dimensiones de la propiedad. Además, la camioneta Honda CRV de la expresidenta fue incautada y se sumó a la gran cantidad de vehículos de alta gama que fueron secuestrados en la causa de los cuadernos de las coimas. El operativo fue encabezado por efectivos de la Policía Federal pero también participaron agentes de la AFIP y de la Gendarmería Nacional. Incluso, formaron parte de las tareas un arquitecto y un ingeniero, quienes colaboraron en la tarea de verificar los espacios y la distribución de la casa, en donde la justicia cree se pudo haber guardado dinero de las coimas. Durante la jornada del viernes hubo incidentes con policías y periodistas. Un grupo de simpatizantes de Cristina Kirchner insultó a los efectivos, acusó a la Justicia de "montar un circo", le sacaron el micrófono a una cronista y lo tiraron al río y escupieron a los periodistas de TN que cubrían los allanamientos en el lugar. La casa de El Calafate, donde murió el expresidente Néstor Kirchner en octubre del 2010, es la tercera propiedad de la expresidenta allanada por la Justicia. Mientras tanto, Cristina Kirchner permanece en el departamento de su hija Florencia, en el barrio porteño de Constitución. Además de en El Calafate el Senado autorizó al juez a inspeccionar el departamento de la familia kirchner en Recoleta y otra propiedad en Río Gallegos. El jueves, el operativo en la calle Juncal se extendió por casi 14 horas. Allí llevaron escáneres, perros rastreadores de billetes y trajes especiales para constatar todos los dichos del chofer Oscar Centeno, que menciona varias veces ese domicilio como depósito de dinero. El procedimiento en Río Gallegos se ordenó tras conocerse el testimonio de varios arrepentidos, que declararon que en muchos de los viajes hacia el sur llevaban hasta esa casa bolsos con plata de la corrupción. Según trascendió, el objetivo del juez Claudio Bonadio no es encontrar dinero en las propiedades, sino verificar si los espacios físicos de los inmuebles coinciden con las descripciones que hicieron los imputados en su declaración. La Justicia sospecha que Cristina Kirchner instrumentó junto a varios exfuncionarios una red de sobornos provenientes de la obra pública y del sector energético. Oscar Centeno, el exchofer del exnúmero dos de Julio De Vido Roberto Baratta, la mencionó en las anotaciones en las que describió cómo llevaba bolsos llenos de plata en el auto oficial que manejaba. FUENTE: TN