Miércoles 24.04.2024
Actualizado hace 10min.

Habló el esposo de la policía baleada: "Estamos esperando un milagro"

"Lo único que quiero es que se arrepientan, quiero que me llamen y me digan por qué hicieron esto", expresó entre lágrimas Fernando Altamirano tras el lamentable episodio que sufrió su mujer. Lourdes Espíndola, se encuentra internada en muy grave estado.

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"Me dijo que le habían pegado un tiro, que se estaba muriendo", contó este domingo el esposo de Lourdes Espíndola, la policía de 25 años que recibió un tiro en el cuello mientras esperaba un colectivo en la localidad bonaerense de Ituzaingó.

La mujer le mandó ese mensaje a su marido minutos después de haber sido baleada. Por eso, sus compañeros policías que estaban en el peaje Quintana de la autopista del Oeste, donde Espíndola había terminado su turno poco antes, enseguida la socorrieron. 

Desde la puerta del Hospital Posadas, donde la policía está internada en estado muy grave, Fernando Altamirano, el esposo de Espíndola, aseguró: "Estamos esperando un milagro". 

"Lo único que quiero es que se arrepientan, quiero que me llamen y me digan por qué hicieron esto", dijo entre lágrimas el hombre, que también es policía del Comando de Patrullas de Moreno, como Espíndola. 

Altamirano se refirió también al estado de salud de su mujer, con quien tienen un chiquito de 6 años. "Hay que esperar. Necesita sangre, necesita un milagro", indicó.

El caso

Fue el sábado a la tarde, luego de prestar servicio en la estación de peaje Quintana, en la Autopista del Oeste. Espíndola esperaba el colectivo para volver con su familia cuando fue abordada y recibió un tiro en el cuello. 

Según las primeras versiones, habrían sido dos hombres en moto los que la asaltaron y se llevaron sólo su arma reglamentaria.

"Iba para la casa de mi mamá, porque me estaba esperando ella con mis hijos. Mi hijito le mandó un mensaje y le puso 'Lourdes, dale que te estamos esperando, vení'", explicó Fernando en un profundo estado de angustia.

Fernando estaba enojado, dolido, triste. "No me dijeron nada, me tienen en bolas a mí, a mi familia, a mi suegro, a mi suegra. Nadie se hace presente acá", dijo antes de mandar un mensaje a la gobernadora María Eugenia Vidal y al Presidente: "A partir de hoy no soy más policía".

Luego, según las fuentes, el jefe de la Policía Bonaerense, Fabián Perroni, visitó a Espíndola en el hospital Posadas para ponerse al tanto de su estado de salud y allí pudo hablar con Altamirano, y contenerlo.

FUENTE: Clarín