Viernes 19.04.2024
Actualizado hace 10min.

Alrededor de 100 personas preparan el vestuario y la utilería para el Espectáculo Final de la FNS

Abordan una gran variedad de oficios y materiales, bajo la premisa de reutilización y reciclaje de materiales.

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En el corazón del Teatro del Bicentenario realiza su trabajo el Taller de Utilería, que funciona como una verdadera fábrica de arte. El equipo está integrado por más de 50 personas, algunos con conocimientos y técnicas artesanales,  y otros con formación universitaria. Así como provienen de diversas formaciones, también se desenvuelven en diversos oficios, de tal forma que cada objeto que fabrican pasa por diferentes manos, y se va transformando con la impronta de cada uno de ellos.

El equipo de utilería a cargo de Federico Hueso comenzó a trabajar en diciembre, haciendo un relevamiento de los materiales con los que ya contaba para estudiar la posibilidad de reutilización. Fue una primera etapa experimental, en la que indagaron en nuevos materiales y sobre todo con el concepto de no descartar. Esa sigue siendo una de las premisas de los utileros, emplear una gran diversidad de materiales, desde resina, sintética y vegetal, hasta moldeados, cueros y telones. Es sobre todo un laboratorio de materiales en donde nada se desecha, todo se reutiliza. Además, trabajan en diversas tareas que demandan una gran variedad de oficios: como costuras pesadas, tallado, carpintería, construcciones, terminación, matricería y resinas.

Una de las novedades más importantes de esta edición es que se sumaron al taller trabajadores con discapacidad del grupo artístico inclusivo “Tei tekia”, que significa fuente de vida en huarpe y que es coordinado por la profesora Graciela Vega. Gran parte de sus integrantes son egresados de la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Alfredo Fortabat.

Además, en esta edición el trabajo de utilería y el de vestuario, otro de los talleres fundamentales para el Espectáculo Final, trabajan de manera complementaria. Es que este año tienen el desafío de desarrollar “objetos vestuario”.

En el caso del vestuario el trabajo comenzó con el estudio del guión, para luego continuar con el proceso de diseño y, una vez que estuvo definido el elenco, realizar la confección. Actualmente más de 25 personas trabajan repartidas en 5 talleres, a los cuales en los próximos días se sumarán otros más, todo bajo la coordinación de Florencia Tornello. A pesar de las diferentes locaciones, la actividad está centralizada en el taller de sastrería del Teatro del Bicentenario, donde van acoplando todo el vestuario para desde allí llevarlo al autódromo los días previos a la FNS. El 24 de febrero, serán más de 50 personas las que dispongan el vestuario en camarines y permitan a los artistas a cambiarse a toda velocidad para salir a escena.

Una parte del vestuario está inspirado en la indumentaria de la época en la que se desarrolla el relato de Deolinda Correa, aunque está modernizado y es minimalista. La otra parte tiene que ver con nuestro contexto geográfico, la flora y la fauna del desierto. En general utilizan telas blandas, de punto y volátiles y por supuesto todas las prendas son confecciones a medida. Son vestuarios cómodos y flexibles y cada prenda es complementada con la elección de accesorios y calzados específicos.

 

 

Fuente: Ministerio de Turismo y Cultura