Viernes 29.03.2024
Actualizado hace 10min.

Cómo aumentar la esperanza de vida mediante el ejercicio físico

El estudio PURE, una de las más amplias investigaciones de la última década, reveló la cantidad y el tipo de actividad conveniente para reducir el riesgo de muerte prematura y de enfermedad cardiovascular

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Un análisis de 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó dos conclusiones relevantes: primero, que el sedentarismo se encuentra entre los 10 principales factores de riesgo de mortalidad a nivel mundial. Y, a partir de ello, la importancia de la actividad física para prolongar la expectativa de vida. En concreto, recomienda realizar 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana.

Estas dos relevancias sirvieron como base para uno de los estudios más grandes realizados sobre el tema, el Prospective Urban and Rural Epidemiology Study, o -como es más conocido- PURE. Un estudio que también avaló lo estipulado por la OMS, ampliando los resultados.

Publicada en la revista The Lancet, la investigación permite fijar un mínimo razonable a partir del que estar activo comienza a mostrar su reflejo en la esperanza de vida: apenas dos horas y media son suficientes para reducir el riesgo de muerte prematura. Y además de la cantidad, clarifica la manera conveniente, ya que con la abundante información circulando, en ocasiones contradictoria, puede despertar la confusión.

De acuerdo a los especialistas de la Universidad de McMaster cualquier tipo de actividad es buena, siempre que se cumpla con la pauta actual de los 30 minutos diarios (o el equivalente a 150 minutos a la semana) para elevar el ritmo cardíaco y prevenir enfermedades cardiovasculares.

"Al incluir en este estudio a los países de bajos y medianos ingresos, pudimos determinar el beneficio de actividades como el traslado activo (ir al trabajo caminando, por ejemplo) o incluso hacer las tareas del hogar", explicó Scott Lear, autor principal del proyecto, que agregó que una de cada cuatro personas en todo el mundo no cumple con lo aconsejado.

En la comparación, el estudio PURE reveló que el riesgo de muerte por cualquier causa para quienes se ejercitaron fue un 28% menor con respecto a los sedentarios, mientras que la enfermedad cardíaca fue 20% menor. Estas cifras fueron independientes del tipo de actividad que efectuaron los individuos, ya sean ejercicios físicos, desplazamientos o quehaceres domésticos.