Miércoles 24.04.2024
Actualizado hace 10min.

Sospechó de un auto y evitó una entradera a su casa

Sucedió en la localidad de Haedo, provincia de Buenos Aires. El hombre estaba sacando la basura, cuando su instinto predijo que delincuentes tenían la intención de entrar a su casa.

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Un instante, un auto le generó sospechas, se escondió y se salvó del que hubiera sido el quinto robo a su casa en cuatro años. Walter estaba sacando la basura cerca de las once de la noche y terminó agazapado atrás de su auto viendo a una banda de delincuentes apuntar con armas a su casa. Todos en la familia ya sufrieron robos violentos.

Fue anoche, en la calle Milán al 1700, en Haedo. Walter y su esposa habían esperado que llegue su hija de la facultad para cenar y terminar el día. Siempre se esperan y cuando algún integrante de la familia está por llegar empiezan a controlar los movimientos de la cuadra: "Cuando uno está entrando el auto o llegando, ponemos las cámaras y vamos viendo qué pasa alrededor. Con las cámaras tenés el consuelo de que vas a filmar un evento y algo hiciste".

Así como tienen un "operativo" para entrar a su propia casa, tienen otro para salir. El portón ya no tiene picaporte del lado de afuera y antes de cerrar y salir caminando miran a todos lados con atención. En los últimos cuatro años, la familia sufrió cuatro robos violentos, "por eso puse las cámaras de seguridad", explica Walter en comunicación con TN.com.ar.

Anoche Walter cumplió con todos sus pasos antes de sacar la basura. Así fue como vio venir un auto que lo hizo volver y pararse atrás de la reja de su casa. "Cuando vi que frenó, salí corriendo y me escondí atrás del auto. Como tengo una lona negra, me buscaban y no me veían. Empezaron a mirar y justo mi hija abrió la puerta y la cerró rápido cuando vio el arma. Con eso, terminan por irse". Toda la secuencia la subió a TN y la Gente.

Lo más impresionante es que la banda tenía roles muy definidos. Walter es retirado de las fuerzas armadas y pudo reconocer que el arma que traían era una semiautomática. Mientras uno intentaba abrir la reja y ver para adentro, otro apuntaba a la casa. El tercero, tenía chaleco de policía y guantes. Fue el encargado de agacharse a buscar el casquillo que había caído de la recámara del arma para que no queden rastros.

FUENTE: TN