Viernes 10.05.2024
Actualizado hace 10min.

Las obsesiones tienen un origen genético

Encuentran 4 genes implicados en el trastorno obsesivo-compulsivo.

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Científicos del Broad Institute of MIT and Harvard y otros establecimientos han descubierto evidencia de cuatro genes que pueden vincularse con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). En el artículo, que ha sido publicado en la revista Nature Communications, los expertos describen su enfoque para aislar los genes vinculados a este trastorno de ansiedad y lo que encontraron como resultado.

Charles Dickens o Marcel Proust lo padecían y se cree que Nikola Tesla y Charles Darwin, también. El trastorno obsesivo-compulsivo es una dolencia psiquiátrica caracterizada por pensamientos recurrentes y persistentes, que provocan miedo, inquietud, aprensión o preocupación, y conductas repetitivas denominadas compulsiones, para mitigar dicha ansiedad.

 Así, las personas que lo padecen tienden a repetir comportamientos compulsivos porque su cerebro les dice que algo no se ha resuelto adecuadamente y experimentan la urgencia de resolver un problema, como volver a lavarse las manos.

No existe ninguna cura para la enfermedad, aunque estudios recientes han demostrado que, en algunos casos, el uso de medicamentos que aumentan los niveles de serotonina puede ayudar. Investigaciones previas también han demostrado que es probable que el TOC sea una afección hereditaria y en este aspecto se centraron los científicos del actual estudio encontrando los genes que probablemente causen el trastorno.

El estudio consistió en obtener primero muestras genéticas de 592 personas diagnosticadas con TOC y 560 personas sanas, como grupo de control. También se incluyeron muestras genéticas de perros que sufren la forma canina de este trastorno.

Con todas estas muestras, los investigadores se centraron en 600 genes específicos posiblemente relacionados con el TOC y, en algunos casos, con el autismo, pues muchas personas con el trastorno del espectro autista tienen comportamientos repetitivos. Tras un análisis minucioso, los científicos aislaron cuatro genes que eran diferentes en aquellas personas con TOC (previamente identificados como importantes en la creación de circuitos cerebrales implicados en la construcción de enlaces entre las regiones del tálamo, el cuerpo estriado y la corteza).

Se trata de un hallazgo notable, ya que el cuerpo estriado del cerebro desempeña un papel clave en el aprendizaje y también en la transmisión de mensajes del tálamo a la corteza cerebral.

 Los investigadores sugieren que los 4 genes mutados podrían causar niveles más altos o más bajos de los niveles normales de serotonina, lo que a su vez podría provocar la interrupción de la información según la interpreta el cerebro, causando una anomalía en este circuito cerebral. 

Fuente: Muy Interesante