Miércoles 24.04.2024
Actualizado hace 10min.

Mendocinos crearon una aplicación que permite anticipar los sismos

Se trata del ingeniero civil Eduardo Vega, y el informático Marcos Trentacoste quienes crearon una página web que, basada en un hecho físico producto del mismo sismo, activa una alarma segundos antes que llegue a la superficie.  

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El informático Marcos Trentacoste, junto a Eduardo Vega, ingeniero civil, son amigos desde el secundario, época en que integraban una banda de rock. Pasaron los años, mantuvieron el contacto, pero sin saber que por caminos separados ambos perseguían el mismo objetivo: crear un sistema que se anticipe al sismo y así poder avisar a la población.

Eduardo contó que: “Un día en mi trabajo necesitábamos una PC nueva y se la compramos a Marcos. Al momento de entregarla, vio sobre mi escritorio un montón de cables, chips y plaquetas electrónicas que llamaron su atención, y me preguntó ¿qué estaba haciendo? Yo le conté que estaba armando un acelerógrafo para registrar los sismos en las estructuras”

Marcos, quedó sorprendido por la coincidencia, ya que él llevaba un tiempo buscando desarrollar un sistema de alarma contra sismos. “Nos contamos nuestros planes y desde entonces juntamos esfuerzos para lograr ambos objetivos” comentó Eduardo.

Cambiaron los circuitos de guitarras y amplificadores por otros que les permitiese alcanzar su nuevo objetivo en común:

¿Cómo funciona?

Primero que nada hay que aclarar que nosotros no predecimos un sismo, sino que nos basamos en un hecho físico producto del sismo.

Al generarse un sismo, el movimiento en la tierra avanza en forma de ondas que se alejan del epicentro a una determinada velocidad. Existen dos tipos de ondas, las ondas “P” (Primarias) y las ondas “S” (Secundarias). Las ondas P viajan al doble de velocidad que las ondas S. A su vez las ondas P son ondas compresivas que se perciben como pequeñas vibraciones, mientras que las ondas S son ondas de corte que tienen una gran energía, siendo las que producen la sacudida sentida en un sismo.

Para ser más gráfico, supongamos que hay un sismo en Chile (300km de distancia en línea recta), a las ondas P las representamos con una moto de carrera, muy veloces que al pasar no causarían mucho impacto en el medio, mientras que a las ondas S las representaríamos con un camión muy cargado (más lento) que al pasar a velocidad causaría una gran vibración. Si estas dos ondas (o vehículos) parten desde Chile hacia Argentina a una misma hora y desde un mismo lugar (epicentro), y suponiendo que contamos con un dispositivo capaz de detectar el paso de una moto, sabemos que al pasar la moto (más veloz) en un determinado tiempo llegará el camión. De este modo podemos conocer la llegada del sismo o mejor dicho de las ondas S del sismo que son las que nos interesan.

En promedio, por cada 8km de distancia al epicentro, las ondas P aventajan a las S en 1 segundo. Es decir que para el ejemplo anterior contamos con: 300km / (8km/s) = 38 segundos.

Para un sismo a 70km de distancia hemos obtenido alrededor de 10 a 12 segundos de anticipación y para sismos más cercanos del orden de 40km de distancia 6 a 8 segundos.

Una de las críticas que les hicieron a los inventores fue que, al ser tan cercanas a las superficies las fallas que se producen en estas zonas, es más complicado anticiparse al temblor.

“Mientras más cercano es el sismo, menor tiempo es el existente entre las ondas P y S, por lo cual la detección de ondas P brinda menor tiempo de aviso” explicó el ingeniero, y agregó que: “Sin embargo, pensamos que cualquier advertencia es mejor que nada, y si no sirve para algunas personas muy cercanas al epicentro, si servirá para otras más alejadas”.

Eduardo, sostiene que con una red de acelerógrafos online lo suficientemente densa, “los tiempo anteriores podrían llegar a ser del doble” y ejemplificó: “Si inmediatamente después del sismo de Chile nos hubiesen avisado, hubiésemos contado con más de un minuto para protegernos”.

¿Llevó mucho tiempo su desarrollo?

El desarrollo llevó su tiempo, hay que considerar que es algo que fue creciendo en nuestros tiempos libres, como un hobby. Las primeras versiones salieron luego de 1 año, a las cuales se las fue mejorando y actualizando componentes y programas en función de las tecnologías más recientes disponibles (placas Arduino, Raspberry).

¿Fue costoso el invento?

Los acelerógrafos tienen un valor relativamente bajo, sin embargo el desarrollo de programación si fue dificultoso, varias horas y noches de trabajo personal de parte de ambos.

Los acelerógrafos deben ser accesibles para lograr obtener una red estos instrumentos lo más densa posible y elevar su confiabilidad.  Japón cuenta con más de 4.000 dispositivos, México 1400.

¿Tiene aspectos que sean mejorables?

Siempre hay cuestiones que pueden mejorarse, y siempre debe mantenerse actualizado a las nuevas tendencias, técnicas y descubrimientos que son muy dinámicos.

¿Qué es lo más dificultoso?

En nuestro caso, es la confiabilidad, es decir, estar muy seguro de no generar alertas falsas. Puede suceder que el paso de un vehículo pesado se asimile a las ondas de un sismo y se genere una falsa alerta. De todas maneras, para la generación de una alerta de sismo, este debe ser detectado por dos o más estaciones.

¿Hay inventos similares en el mundo?

Si, hay sistemas similares,

  1. http://qcn.caltech.edu/?lang=es
  2. https://es.wikipedia.org/wiki/Alarma_temprana_de_sismos
  3. http://www.satcaweb.org/alertatemprana/sismos/

QCN – Quake Catcher Network: Un proyecto muy similar al nuestro y que se dio a conocer justo cuando empezamos con el nuestro. Es un proyecto que opera desde Estados Unidos y crea una red mundial de sensores de bajo costo domiciliarios que se pueden adquirir vía web.

Japón quizás fue el pionero en esto, junto a su tren de alta velocidad que funciona suspendido, cuenta con un sistema de detección de ondas P con el fin de frenar el tren para evitar su descarrilamiento.

Cada vez son más los países que lo incorporan. Sobre todo aquellos que toman los sismos como una gran amenaza.

Como conclusión, es necesario plantearse la necesidad de la existencia de una red de acelerógrafos, pero que opere de manera integrada con el INPRES y los organismos chilenos para que en conjunto pueda sistematizarse la información a modo de que todos podamos gozar de los beneficios de sistemas de protección y ser adecuadamente advertidos.

Abrir la información para desarrolladores que puedan nutrirse de esa red y lograr crear aplicaciones para todos los usos imaginables.