Jueves 18.04.2024
Actualizado hace 10min.

El partido neonazi tiene altas chances de llegar al parlamento

De acuerdo al resultado de las encuestadoras, el partido de la canciller Merkel marcha primero, con el 37% de apoyo. Pero la ultraderechista Alternativa para Alemania alcanzó un inédito 12%.    

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Un sondeo de la televisión pública alemana, realizado el pasado jueves, a diez días de las elecciones, le da un 12 % a Alternativa para Alemania, que va camino a convertirse en el primer partido ultraderechista que llega al Parlamento desde la II Guerra Mundial. 

La encuesta Deutschlandtrend de la televisión pública alemana ARD publicada ayer, a 10 días de las elecciones, otorga una intención de voto del 12% a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), lo que le convertiría en tercera fuera en el Bundestag (Cámara baja).

Esta tasa de apoyo es la mayor que ha obtenido en las últimas semanas el partido xenófobo y euroescéptico, que va camino de convertirse en el primer partido neonazi que obtiene representación parlamentaria en Alemania desde la II Guerra Mundial.

En primera posición aparece el bloque conservador conformado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y la bávara Unión Socialcristiana (CSU), que obtiene un 37% de apoyos.

El Partido Socialdemócrata (SPD), que también cede terreno, se mantiene en segunda posición, con un 20% de los votos, pero obtiene un resultado por debajo de su peor registro en unas elecciones generales, el 23% obtenido en 2009.

Tras AfD se colocarían el resto de partidos menores que, con bastante probabilidad, van a obtener bancas al superar el umbral legal del 5% para acceder al Bundestag: el Partido Liberal (FDP), La Izquierda y Los Verdes.

Deutschlandtrend le otorga una intención de voto del 9,5% al FDP (que regresaría así al Parlamento tras no superar el mínimo legal en 2013); un 9% a La Izquierda y un 7,5% a Los Verdes.

Si se confirman estos números, Merkel sólo tendrá una opción a la hora de formar un gobierno estable con una mayoría amplia: reeditar la actual gran coalición entre los conservadores y los socialdemócratas, algo que ninguna de las dos fuerzas desea. 

En este escenario preelectoral, la favorita a ganar su cuarto mandato consecutivo, rechazó ayer participar en un segundo debate televisado frente a su rival socialdemócrata, Martin Schulz. 


No habrá más debates

La canciller justificó ayer su negativa a participar en un segundo debate electoral en la televisión con su principal rival y argumentó que en las elecciones en Alemania se vota a un partido, no a una persona. 

“En Alemania no hay un sistema de elección presidencial como en Estados Unidos o Francia donde realmente son dos personas que concurren”, declaró al inicio de un programa en la televisión alemana ZDF donde se sometió a las preguntas del público. “Aquí votamos a partidos”, recordó Merkel. 

 

Líder ultraderechista pide no atacar a Merkel

La presidenta del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Frauke Petry, conminó ayer a los miembros de su formación a poner fin a las protestas y boicots en los mitines electorales protagonizados por la canciller y candidata de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Angela Merkel. 

“Las fuertes disputas son parte de la democracia. Las contramanifestaciones también son legítimas pero lo cierto es que los ataques molestos, vengan del lado del que vengan, no son declaraciones políticas de intereses sino sencillamente descarrilamientos antidemocráticos”, señaló la líder de AfD.

Petry recalcó además que esta posición gozaba de consenso dentro su formación al tiempo que recordó que también miembros de su partido habían sufrido situaciones similares a las vividas por la canciller durante la campaña electoral. 

En las últimas semanas, Angela Merkel fue recibida en actos electorales entre silbidos y abucheos por cientos de seguidores de AfD. 

“Dimisión” o “Traidora”, fueron algunos de los gritos que unos 1.000 partidarios de AfD repartidos estratégicamente entre el público dedicaron a la canciller alemana en un mitin celebrado en la ciudad de Bitterfeld-Wolfen, en el este de Alemania, hace dos semanas.