Diego Schwartzman perdió por los cuartos de final del US Open ante el español Pablo Carreño Busta por 6-4, 6-4 y 6-2, en una hora y 59 minutos de juego. Era la primera vez que el Peque alcanzaba esa instancia en un Grand Slam. El ganador, que este año ganó el ATP de Estoril y llegó a las semifinales de Indian Wells, se medirá en las semifinales ante el venerdor de Sam Querrey y Kevin Anderson (juegan por la noche). No fue un comienzo fácil para el Peque. Carreño Busta logró quebrarlo en el primer game y en el séptimo. Después, Schwartzman capitalizó su primer break point, pero no alcanzó para resistir en el primer set y se lo llevó el español. De a poco, el público comenzó a llegar a las gradas del Arthur Ashe y se escucharon los primeros cantos alentando al Peque: con acento argentino y estadounidense. En el siguiente acto, el Peque validó su condición de segundo mejor devolvedor del circuito. En el cuarto game doblegó el servicio de Carreño Busta y ganó los dos break point que tuvo en el partido. Pero su adversario es un jugador que honra la escuela ibérica, famosa por su garra y por no dar jamás perdida una pelota, y se impuso por 6-4. El español salvó cuatro break points y ganó dos de los tres con los que contó. En el último parcial, Carreño Busta logró quebrar enseguida el saque del Peque. El ambiente del Ashe no era el mismo que el del Grandstand cuando venció a Lucas Pouille en los octavos de final. Los 29 grados y el sol implacable de Nueva York contrastaron con el marco de público, que era más frío para el argentino. "Háblenme, háblenme", gritaba Schwartzman mientras miraba a su coach Juan Ignacio Chela y a su preparador físico Martiniano Orazi, después de un triple beak point que desperdició - los entrenadores no pueden dar indicaciones durante el partido-. El Peque, descontento con su rendimiento, buscaba respuestas para mejorar pero nos las encontraba. Además, Carreño Busta continuaba firme con su derecha y devolvía todos los tiros de Schwartzman. Fue demasiado para el Peque, que desperdició ocho break points. De todos modos, difícilmente el argentino olvidará este US Open, la mejor actuación de su carrera.