Griselda Siciliani estaba tomando un café junto con la madre de una compañera de su hija Margarita, en un bar a la vuelta del jardín donde asiste la misma, cuando ingresaron ladrones que estaban armados. El hecho ocurrió este viernes por la tarde en el barrio Colegiales.  Los ladrones armados pidieron a todos los que estaban presentes que les dieran celulares, relojes y objetos de valor. Griselda en ese momento se encontraba en el baño junto con la madre de la compañera de su hija, y cuando se dieron cuenta de que lo que estaba pasando permanecieron encerradas ahí mismo.  Las mujeres quedaron en el baño hasta que supieron que los ladrones se habían marchado del bar. De esa manera, no sufrieron el robo de sus pertencias ni el mal momento que pasaron el resto de los clientes.