Mantener la cocina organizada es, tal vez, una de las tareas domésticas más difíciles: es un lugar donde se cocina, se ensucia y hay que mantenerlo limpio constantemente. Además, nunca falta la instancia de tener que ordenar los cubiertos, los utensilios y aquellas cosas que, seguramente, alguien más utilizó en algún momento del día. ¿Te pasó alguna vez de no recordar dónde guardaste ciertos elementos de cocina? ¡Decile chau al desorden en tus alacenas! Tomá nota de estas ideas: 1. La vajilla que usamos a diario debe estar en la alacena más accesible, y generalmente ésta está arriba, no abajo y cercana a la mesa. Allí guardá los platos y vasos. 2. Los cajones: el primero es para los cubiertos, el segundo para los utensilios y el tercero para los individuales y repasadores. Si tenés la suerte de contar con más de tres, seguí por las bolsas de residuos, papel aluminio y film, servilletas, fósforos, etc. 3. Los plásticos: tuppers, platos y vasos infantiles, embudo, vaso medidor, etc. lo ideal es que vayan todos juntos. Las tapas por un lado, todas adentro de un contenedor de mayor a menor y los recipientes uno dentro de otro, de igual manera. Lo mismo sucede con las fuentes de vidrio o las de metal. Cada uno por separado, agrupados entre sí de acuerdo al material. 4. Las ollas y sartenes también apilalas de mayor a menor. Las tapas las podés poner adentro de un contenedor o en un soporte tipo escurridor de platos, todas paraditas al igual que las tarteras y sartenes. 5. Es ideal separar los productos cerrados de los abiertos. De esta forma no vas a abrir dos iguales a la vez, consumís, cuidás y comprás eficientemente. 6. Clasificá y rotulá dentro de las alacenas, no dejés todo tirado. Esta recomendación va a ser muy útil ya que cuando no identificas bien lo que tenés, terminás comprando mal, por las dudas o por fiaca. ¡A fijarse bien lo que hay en el fondo y a no caer en el "Total, igual se consume". 7. Mantené la mesada lo más limpia visualmente posible. Dejá únicamente lo que más necesitas tener a mano. El resto, guardalo. 8. Las cajas de los electrodomésticos ocupan muchísimo lugar y a la larga, no los usamos. Sacalos de su caja así ganás espacio; ¡Y a usarlos a full! 9. Dentro de lo posible, sacá las cajas o paquetes y distribuí los productos en frascos o recipientes rotulados. Ocupan menos lugar y visualmente quedan mil veces mejor. 10. Y lo más importante: usá lo nuevo, lo sano, lo que más te gusta. La cocina es el corazón de la casa, poné unas tazas divinas en el desayuno y el mantel que más te gusta!