Jueves 25.04.2024
Actualizado hace 10min.

Ocho definiciones de Beatriz Sarlo sobre la llegada de Mauricio Macri al poder

La ensayista analizó la gestión de Cambiemos y las cualidades del primer "presidente gerenciador".

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1. "Las últimas elecciones mostraron que Macri y su portaviones llamado Cambiemos todavía tienen resto. Por un lado, mérito suyo. Por el otro, el obediente y oportuno fantasma de la herencia kirchnerista".

2. "Cuando se menciona la herencia del kirchnerismo, este capital político debe contabilizarse como parte de lo recibido: con tal de que no vuelva Cristina (ni la dulce, vestida de celeste, ni la agresiva abogada de las carteras y los cinturones anchos), se prefiere la alternativa macrista. La sombra de Cristina presta sus servicios".

 Los objetivos cuantificables no se cumplieron (inflación, inversiones y creación de empleos). Nos quedan, en consecuencia, los sueños
3. "Macri es nuestro primer presidente gerenciador. Aunque fue ocho años jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, no tiene pasado político en el sentido en que lo tuvieron Alfonsín, Menem o Kirchner. Muy poco de lo que sabe lo aprendió en los partidos. Muy poco de lo que sabe lo leyó en los libros".

4. "Han pasado dos años de Macri como presidente. Fue a Davos a pocas semanas de asumir y anunció (con el cómplice optimismo de la mayoría de los medios periodísticos locales) que todo empresario con el que se cruzaba estaba dispuesto a invertir en Argentina. Esa seguridad fue un fracaso".

5. "Macri caía preso en la espontaneidad de sus deseos, lo que demuestra la persistencia de las ideologías cuya defunción se ha declarado a los cuatro vientos. En estos dos años, el Presidente trató de convencer y entusiasmar con un discurso simple: felicidad, autoconfianza, sueños. Le agregó la idea, no por conocida menos equivocada, de que la Argentina es un 'gran país', otra imaginaria base de la ilusión".

6. "Pero un gerenciador no puede ser medido solamente por sus deseos. Y ésa es la cuestión que Macri no logró solucionar. Creyó que sus hermanos empresarios le entregarían su plata y su confianza. Creyó que le creerían. Sin embargo, por ahora las únicas inversiones son las que el Estado, que había que achicar, hace en infraestructura".

7. "Macri aprendió que la razón técnica no alcanza para dirigir los intereses de los empresarios y atender las necesidades de los pobres. Aprendió que el tiempo político no depende enteramente de las órdenes impartidas ni de los conmovedores deseos".

8. "Hay algo que no aprendió y que debería exigírsele. Un político gerenciador debe mostrar objetivos cuantificables y controlables. Los objetivos cuantificables no se cumplieron (inflación, hipótesis optimistas de inversiones y creación de empleos). Nos quedan, en consecuencia, los sueños. Despierte, señor Presidente".

Las definiciones de Beatriz Sarlo forman parte de la columna de opinión titulada "Cuidar al capital" que fue publicada por la edición impresa del matutino porteño Perfil.