"¿Qué compró el viernes?, ¿qué cantidad?, ¿cómo pagó? ¿qué modo de adquisición? ¿qué tipo de negocio?", preguntarán los encuestadores, según el formulario de gastos diarios -sólo uno de los cinco- que deberán responder obligatoriamente 45.000 familias de todo el país desde el viernes, cuando se lance uno de los operativos más "desafiantes y complejos" que puede impulsar un Estado: una Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo), que buscará determinar cómo consumen los argentinos. La ENGHo además servirá para determinar con mayor precisión las bases de ponderaciones que servirán para elaborar un nuevo Índice de Precios al Consumidor -creen en el Indec desde mediados de 2019- y las canastas actualizadas que sirven para diseñar las líneas de pobreza e indigencia en la Argentina. Además, esta encuesta incorporará un panel pedido especialmente por el Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren para determinar cómo se consume energía y mediante qué artefactos, sobre todo luego del inicio del camino de aumentos tarifarios de gas y luz. De acuerdo a la información difundida hoy en un encuentro con periodistas, la cúpula del Indec y los encargados del operativo, se censarán 45.000 hogares (no simultáneamente) a lo largo de todo un año. La etapa de procesamiento, luego, durará cerca de ocho meses. Trabajarán en el relevamiento y el procesamiento de la información 531 personas del organismo. Se hará campo en 422 localidades (no menores a 2000 habitantes). Habrá además, 1400 categorías de productos relevados y se usarán 305.000 cuestionarios y 400 tabletas electrónicas para los encuestadores. "Este es un proyecto que venimos madurando hace tiempo", afirmó Jorge Todesca, director del Indec. "Era uno de los primeros obstáculos estructurales que encontramos en el organismo. Fue un problema no tener una buena ENGHo para relanzar el IPC", agregó el economista. Actualmente, se utiliza la ENGHo de 2004 y 2005 para estimar las ponderaciones del IPC Nacional. En 2012, la intervención del organismo a cargo de Guillermo Moreno había intentado realizar una encuesta de gastos pero la tasa de no respuesta y las dudas sobre el organismo eran tan significativas que todo el trabajo realizado quedó enmarcado en el desprestigio del que gozaba el organismo.   "Este es uno de los operativo fundamentales para operar la infraestructura estadística", indicó Todesca. "Es una encuesta difícil para cualquier instituto. Es compleja, porque debe ser sostenida en el tiempo", completó. Las familias encuestadas son elegidas al azar en base a un marco maestro de muestreo dentro de un rango censal. Las familias elegidas están obligadas a responder, según la ley de estadística. Y si bien habrá una campaña de sensibilización no habrá ningún incentivo monetario para los consultados. Tanto el operativo como la mejora en la capacidad de procesamiento informático estarán financiados en parte con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se trata de un préstamo de 50 millones de dólares otorgados por esa entidad. La ENGHo permite, según su definición, saber de qué forma los hogares toman su decisión de consumo en bienes y servicios, y por lo tanto, determinar cuál es el peso de esos gastos en el gasto total de un hogar promedio. Sirve, entonces, para recrear tanto los hábitos de consumo como una estructura de gastos, según explicó Alejandra Clemente, directora nacional de Condiciones de Vida. Esta encuesta tendrá valor en sí misma pero además servirá para determinar un nuevo año base para el IPC -con sus nuevas ponderaciones de consumo- y para saber cómo evolucionó a lo largo del tiempo. Entre otras cosas, también dará algunas pistas sobre formas de pago (contado, financiado), compras por Internet o cómo se usa o consume la tecnología en los hogares. "Es una de las encuestas más complejas y más completas en el sistema estadístico", indicó Guillermo Manzano, director de Estudios de Ingresos y Gastos de los Hogares del Indec. La encuesta relevará tres tipos de informaciones: los ingresos y su participación en el proceso productivo; los gastos y cómo se usan los ingresos; y características sociodemográficas de los hogares. Para eso habrá cinco cuestionarios (uno de ingresos otro sociodemográfico y tres relacionados a los gastos) que el hogar elegido deberá completar en una semana de inmersión. Además, habrá tres entrevistas realizadas por el equipo de encuestadores (un jefe y dos analistas, que pasarán por el hogar). Los 400 encuestadores tendrán tablets para cargar parte de la información en tiempo real. La primera encuesta de gastos se realizó en los años 85 y 86 en el área metropolitana. Luego, en el 96 y 97 se hizo otra en todo el país. En 2004 y 2005 se llevó a cabo la que actualmente se utiliza. Y finalmente, hubo una en 2012, que fue descartada. El cuestionario número tres de gastos, explicó Manzano, agregó en su página 69 un vector de consumo energético del hogar para poder especificar los usos de los artefactos, qué dicen las boletas de gas y luz, el tipo de consumo o la eficiencia, entre otros datos. "Fue un pedido puntual de Aranguren", contó el técnico. "¿Cómo sabrá una familia si le toca o no participar de la encuesta, y qué pasa con la seguridad en los barrios?", preguntó LA NACION. "Se envía un equipo de trabajo a la zona una semana antes para el reconocimiento, se contacta a las comisarías, se ponen afiches en la cuadra y los jefes de equipo y los encuestadores entregan una carta en mano a la familia", explicó Manzano. "Necesitamos que la gente responda", pidió.           Fuente: La Nación